Poco se conoce de los orígenes de las razas de muestra holandesas. Parece que se formaron a través de los siglos, adaptándose al entorno natural y a la actividad a la cual se sometían, y se consideran autóctonas, aunque parece bastante evidente su descendencia de los Epagneul franceses, que en una época estaban muy difundidos en diversos países de Europa. En la actualidad, el Wetterhoun está escasamente difundido, incluso en Holanda.